1. ORÍGENES
Egipto tiene una larga
historia en lo referente al culto y ritos funerarios.
>En un
principio los enterramientos se producían en hoyos practicados en mitad del
desierto. Las tumbas se debían situar fuera del alcance de las crecidas del Nilo, y tenían que estar en la zona occidental del Nilo, en el desierto, por donde se ponía el Sol al atardecer, que era donde el difunto iniciaba su viaje hacia el Más Allá pues, según sus creencias, la entrada al inframundo o Duat, estaba situada al occidente, denominándose "occidentales" a los espíritus de los difuntos.
La Mastaba es la edificación funeraria del Antiguo Egipto, con forma troncopiramidal, de base rectangular
> Pronto
empezaron a realizar pirámides cada vez mayores que utilizaron de enterramiento
y que llegaron a su máximo esplendor y tamaño en la dinastía IV con Keops y Micerinos.
>>A partir de aquí el faraón
pasa de ser el dios Horus a ser solo Hijo de Ra, las pirámides van perdiendo tamaño y surgen
los templos solares cercanos al complejo funerario y erigidos en honor al dios
solar Ra. El ritual funerario pasa de pertenecer al faraón a poder ser
realizado por cualquiera que pueda costearlo.
Los templos solares más monumentales
surgen en el Imperio Nuevo su disposición arquitectónica definía a cada cual
hasta dónde podía pasar.
>Con el
Imperio Nuevo (1550 a.C. al 1000 a.C.) se abandona la construcción de pirámides y se pasa a ser
enterrado en sitios más discretos e incluso alejados del templo de ofrendas,
quizás para evitar los saqueos.
2. MOMIFICACIÓN
El arte de
la momificación nació por una casualidad y se convirtió en una tradición, en
todo un complejo ritual, que se extiende a lo largo del tiempo, desde el
neolítico egipcio hasta las técnicas de momificación más avanzadas.
Al estar el
cadáver en contacto directo con la arena y debido a las condiciones climáticas,
los cuerpos se mantenían incorruptos y en muy buenas condiciones, manteniendo
su identidad y aumentando así la idea de que parte de la persona se quedaba a
vivir en la tumba durante toda la eternidad, esto provocó un gran interés en
proteger y mantener el cuerpo, costumbre que fue en aumento, principalmente
para que el espíritu fuera capaz de reconocer su cuerpo y descansar en él.
También aumentó la preocupación
porque las tumbas tuvieran todas las comodidades, como morada eterna para el
difunto.
3. CREENCIAS
Los antiguos egipcios creían que el cuerpo
estaba formado por tres partes que sólo se liberaban tras la muerte:
§ El Ba: Una especie de
alma que vagaba libremente pero que necesitaba volver al cuerpo a
descansar de vez en cuando.
§ El Ka: La energía de una persona,
la fuerza vital a la que había que alimentar.
§ El Akh: Cuando la
persona conseguía la vida eterna, alcanzar el más allá.
Los egipcios vemos pues
que creían en una vida después de la
muerte y para tener derecho a la eternidad necesitaban preservar el cuerpo,
para ello lo embalsamaban meticulosamente y utilizaban técnicas de momificación
cada vez más perfeccionadas. Acompañaban el cadáver no solo de adornos y
objetos de su vida privada sino también de alimentos que eran repuestos cada cierto
tiempo por el primogénito de la familia y más tarde por unos grupos que se
dedicaban exclusivamente a tal menester.
En el 2300 a. C. faraones
y altos dignatarios ya tienen derecho a ser enterrados también y a tener su
vida en el Más Allá y procuran hacerlo cerca de la tumba del faraón, para gozar
de su protección. Los altos dignatarios grababan en sus tumbas los trabajos que
había realizado para el faraón y lo bien que habían llevado a cabo su tarea. Según los medios económicos de que disponían,
así eran sus enterramientos.
Cuando un faraón moría, su cuerpo era embalsamado y
entonces partía en procesión hacia su última morada. El pueblo solo podía ver
una pequeña parte de la ceremonia pues no tenía acceso a los templos, rara vez
veía a los sacerdotes pero al faraón, que era su dios, nunca lo llegaba a ver.
4. ALGUNOS MOMENTOS DEL RITUAL
* En el ritual
funerario, una vez que la momia había sido preparada, el sacerdote realizaba el
“Ritual de la Apertura de la Boca” para que pudiera hablar, revitalizar sus
miembros, etc., era una serie de conjuros.
* Una vez efectuada la
momificación, los sarcófagos eran tirados por bueyes en una procesión, mientras
se cantaban y recitaban composiciones. Al mismo tiempo un sacerdote iba
derramando leche por el camino y otro, por detrás del sarcófago rociaba el aire
con una especie de incienso purificado.
* El pueblo hasta los pilones, la entrada monumental del templo. Los funcionarios y militares hasta la sala hipetra, un patio descubierto con columnas. La familia real hasta la sala hipóstila, una sala con columnas y cubierta y el faraón y los sacerdotes hasta el santuario.
* Después montaban el
cuerpo momificado en un barco para que
cruzase el Nilo, y desembocar en el mar (eso significaba resurrección).
* Por último, el dios
Osiris le quitaba el corazón y lo pesaba comparándolo con una pluma, si pesaba
más que la pluma significaba que había sido una mala persona y si pesaba menos
que había sido buena y le dejarían entrar en la “nueva vida”.
* Incluso se enterraba
a las momias con literatura funeraria, que eran instrucciones para navegar en
la otra vida.
* Las tumbas de los nobles también fueron adornadas con inscripciones, como las reales, pero en vez de plegarias o sortilegios, fueron escritas en sus muros las biografías de los difuntos.
El Libro de los Muertos que consistía en una colección de hechizos diseñados para guíar al fallecido en la otra vida.
En el Imperio
Antiguo, solo el faraón tenía derecho a estos hechizos e instrucciones pero con
el tiempo éstas evolucionaron hasta conformar lo que se conoce como “El Libro
de los Muertos”, entonces, todo aquel que pudiera pagarlo, tenía acceso a él. 
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